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Articulo completo publicado por Das Lateinamerika-Magazin y reproducido por  otros blogs europeos.

Como efecto de este conflicto Honduras recibió muchas ofertas de migrantes tanto Europeos que buscaban una nueva oportunidad para retomar sus vidas después de esa época de horror. Es así como Honduras motivada por los intereses de los EEUU y los criollos, ven una oportunidad para dinamizar la incipiente y dependiente economía. Se aprobó una ley de promoción para atraer extranjeros que quisieran vivir en nuestro territorio. La institucionalidad aprobó una ley de promoción para extranjero. En ella bastaba con ser extranjero y contar con una profesional técnica o declarar ser comerciante. El estado le proporcionó exoneraciones fiscales por períodos de 10 a 20 años. Así como le asignó territorio para estimular la producción interna y para la exportación. Todos alrededor del primer modelo de desarrollo que eran los enclave bananeros. Estos extranjeros de orígenes rumanos, polacos, alemanes, Italianos, franceses. Constituyeron las primeras acciones de semi industrialización de la economía. Pero todos tenían como fin la exportación de materias primas semi procesadas para el mercado EEUU. Con una recaudación tributaria muy incipiente casi de monedas a cambio de mucho de los recursos y mano de obra de los hondureños. Hasta finales de los años 1960s hasta los 1970s Honduras retoma una vez más su política de promoción de sus territorios para migrantes. En este tramo donde palestinos, árabes, libaneses, judíos ya tenían una afincada vida en Honduras, producto de esta promoción del Estado como espacio para producir y exportar. La segunda Generación que nació y creció en Honduras, por la influencia de sus padres y camino recorrido les enviaron a la mejores a estudiar y especializarse en el extranjero que para ellos sólo eran EEUU. Para este período el Estado sigue siendo un estado con limitados servicios públicos en los ámbitos de Educación, Salud, Seguridad y carente de un modelo de desarrollo. Al retorno a la democracia como se le conoce en la historia de Honduras 1982, se dejaron atrás las épocas de golpes de Estado, sucesiones entre militares. Pero con una nueva constitución que retomaba aquellos anhelos de la época de la independencia. Educación, Salud, vivienda y acceso a la tierra como pilares para el desarrollo, una conformación de una institucionalidad. Pero este pacto de retorno a la democracia tenía acuerdos, entre ellos dar a los militares su banco, su propio sistema de jubilaciones y pensiones. También incluye la normalización de un sistema de justicia y un sistema tributario. Pero carente una vez más de una verdadera estrategia de profundizar la distribución de la riqueza. Este panorama no podía tener mejor resultado que fortalecer las mismas clases herederas de las criollas de la colonia. Pero también ahora emparentadas con las generaciones de aquellos migrantes que llegaron al país entre los 50s y 70s. Pero ya en este período Honduras nuevamente era víctima de un nuevo factor disruptivo de esta incipiente institucionalidad democrática y custodiada por militares. El nuevo socio de las clases criollas ya no tan criollas por que se emparentaron con los extranjeros. Un nuevo enemigo se abría camino entre las y los hondureños. Las economías débiles y dependientes de un mercado externo y sin una mercado interno fuerte siempre será tan débil que necesita de flujos de capitales. Para 1988 a seis años del retorno a la democracia Honduras contaba con el primer caso de un hondureño extraditado de forma no tan clara en su legislación. Pero este fue acusado y expatriado por los EEUU para ser juzgado en su territorio por narcotráfico. Ramón Mata Ballesteros un conocido ciudadano que fue el socio de militares, políticos, banqueros y religiosos incluso. Aún guarda prisión en EEUU a sus 79 años de edad.

 La palabra narcotráfico en Honduras desde entonces fue una palabra poco usada. Pero lo que más se usó fueron los flujos de capitales que esta actividad generó. No hasta que nuevamente Honduras es víctima de una feroz lucha interna por el control del aparato del Estado. En especial el sistema de la seguridad y de la defensa. Así como el sistema de la justicia hondureño. ¿Pero cómo se logra esto y cómo se sostiene?

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